El nacimiento de la enseñanza como escuela para la formación
social, se sitúa en los países orientales con maestros como
Confucio y Lao-Tsé S. 400 ac. De ellos hemos heredado el arte de
la enseñanza y muchos valores esenciales para crear una sociedad
armónica y pacífica, todo ello lo podemos encontrar en sus
doctrinas.
Lao-Tsé la recoge en su libro El Tao Te King con su teoría
sobre el yin y el yang. “ El cuerpo se divide en partes yin y yang. El
balance entre las distintas partes se mantiene por un flujo constante de
energía vital o ch’i por un sistema de meridianos que contienen
los puntos utilizados en acupuntura. La interrelación de yin y yang,
el par primordial de opuestos, aparece por lo tanto, como un principio
que guía todos los movimientos del tao, al que también podemos
referirnos como principio rector que equilibra a los dos contrarios” .
Confucio conserva sus pensamientos y actuaciones en un libro póstumo
que recopilaron sus discípulos, el Lun yü. En esta obra encontramos
citas como las que se refieren a; “el valor del ejemplo”, “la práctica
del bien”... y muchas otras que iremos introduciendo a lo largo de este
escrito.
A pesar de que sus doctrinas, taoísmo y confucionismo perdieron su poder político hace tiempo, todavía perdura la base de sus enseñanzas en multitud de escuelas de origen oriental, principalmente las de artes marciales.
El kenpo es una de ellas, y me gustaría hablar de la influencia
del mismo en el desarrollo general del niño, principalmente en el
psicomotriz, y abordar el tema desde la multitud de características
que hacen de este arte marcial una fantástica escuela para la
equilibración de la mente y el cuerpo, así como de su
desarrollo conjunto, si se imparte desde la infancia.
El desarrollo de las capacidades físicas desde
la infancia es de real importancia principalmente para la salud, pero también
como base para un buen desarrollo psíquico. Como diría San
Agustín: “mens sana in córpore sano”. La mente y el cuerpo
se influyen recíprocamente, por lo que la clave estaría en
buscar un equilibrio entre ambas.
En kenpo éste es uno de los objetivos a alcanzar, el control
de la mente sobre el cuerpo. Es también uno de los fines que cualquier
educador debe plantearse para sus alumnos, sobre todo si presentan algún
tipo de discapacidad, disfunción, minusvalía o trastorno.
Se podría partir de la base de que cualquiera de éstos
niños con n.e.e.(necesidades educativas especiales) necesitan explotar
al máximo sus posibilidades para adaptarse todo lo posible a un
mundo creado por y para personas “normales”.
Existen multitud de actividades extraescolares que se refieren al desarrollo
de las capacidades psicomotrices para todo tipo de individuos, pero la
mitad de ellas se limitan a trabajar ámbitos concretos de las capacidades
de los niños, o no tienen en cuenta
el aspecto motivador, y por tanto dejan de lado objetivos prioritarios;
por un lado sin motivación no se llega muy lejos, y por otro el
niño se frustra si no consigue lo que se le plantea, cosa bastante
normal dado que la actividad está dirigida a un fin único
que será, seguramente centrado en las dificultades del niño.
Si analizamos la cantidad de posibilidades que tiene el kenpo como
base para las capacidades de niños con n.e.e. leves, nos daríamos
cuenta de que sería una magnífica propuesta metodológica
para llevar a cabo en el ámbito de la educación no formal.
Podríamos empezar por el hecho de que en éste arte marcial
el desarrollo psicomotriz se realiza tanto en el hemisferio derecho del
cerebro como en el izquierdo. Este aspecto es realmente importante
en el desarrollo de cualquier individuo, y dado que la
enseñanza occidental lo deja de lado podríamos destacarlo
como un hecho muy positivo. En niños con n.e.e., dependiendo de
la magnitud de sus necesidades, el trabajo con ambos hemisferios cerebrales,
conlleva mucha más dificultad, por lo que es necesario trabajarlo
sin descanso. Por ejemplo; en niños disléxicos sería
la solución de su dificultad y teniendo en cuenta que éste
problema es muy común y hereditario, sería de mucho interés
trabajar para erradicarlo.
También ayuda en la formación de los esquemas mentales,
así como en otros dos aspectos destacables; la coordinación
y el equilibrio, donde los chicos con Síndrome de Down tienen gran
dificultad por el hecho de que su edad biológica no concuerda con
su edad mental, así que no controlan su volumen.
La doctrina del kenpo sería por otro lado perfecta para la enseñanza de conceptos como la disciplina, el respeto y el orden, dentro de un ambiente serio pero relajado; El respeto, lo impone el maestro por su grado y situación en la clase, y lo muestra a todos los alumnos por igual, de éste modo hace que ese sentimiento se comparta, sobre todo por el hecho de que no crea diferencias injustas y las que el grado plantea se asumen como necesarias ya que cada uno ha adquirido el suyo con su esfuerzo y dedicación, aquí es donde entran el orden y la disciplina que nacen del respeto.
Las clases mixtas tanto en el sentido de la coeducación como
en el de la edad y la gradación, ayudan mucho en la creación
de perspectivas positivas que cualquier niño necesita y lo que es
aún más importante, la motivación.
Del mismo modo habría que destacar los factores favorables que
plantea al ser una educación prospectiva; ir cambiando de cinturón
según se consiguen unos objetivos determinados, provoca ese sentimiento
de meta que da fuerzas para pasar el siguiente tramo con más ganas
aún, y crea en los niños una motivación intrínseca
muy favorable.
Aquí es donde entra la aceptación, tanto la autoaceptación
como la aceptación a los otros del grupo, asi como la integración,
la socialización y el tema del autoconcepto. Son factores esenciales
en la formación del niño y con gran repercusión en
su futuro si no se tratan con tacto. Son también la base sobre la
que el niño acepta sus metas como realizables y en los casos de
n.e.e., dado que sus dificultades son mucho mayores, adquieren el doble
de peso e influencia en su continua lucha y para no rendirse tras los fracasos.
Según expone Maslow, en su pirámide sobre el orden en el que han de cubrirse las necesidades de todo individuo, la seguridad personal ocupa el segundo lugar, antes solo estarían las necesidades fisiológicas, de ahí su gran importancia. En casos como trastornos psíquicos causados por abusos o maltratos, podría considerarse el aspecto clave del desarrollo; seguridad, autoestima, confianza en uno mismo, y estaría cubierto de sobra por esta actividad.
Dentro de ésta escuela, la figura del maestro adquiere mucha
fuerza en la influencia sobre los alumnos, por tanto es muy importante
el criterio desde el que realiza sus enseñanzas puesto que tiene
en sus manos la posibilidad de crear valores en los niños. Se trata
de hacerles entender la importancia de la vida y a partir de ahí
enfocar sus enseñanzas hacia el bien (Confucio) No se trata de que
los alumnos aprendan a sacar ojos y romper cuellos, se trata de que entiendan
la magnitud de sus actuaciones y de crear así el sentimiento de
la responsabilidad y fomentar del mismo modo el auto- control, por ejemplo;
interesa mucho en niños con Síndrome de Down.
Para los chavales esta actividad se tomaría como un juego, lo
ven en los medios de comunicación y eso les motiva aún mas
y por tanto el aprendizaje evoluciona con mayor fluidez. Nuevamente interviene
el autoconcepto como factor, ellos se crean un ídolo inalcanzable
de la tele, y al dejar de compararse con los otros compañeros olvidan
la vergüenza y aumenta su afán de participación. Por
otro lado aprenden a perder y a ponerse en lugar del compañero cosa
que hace que su egocentrismo disminuya, Confucio dice “no hagas a
los otros lo que no quieras que te hagan a ti mismo”.
En este deporte se utiliza el trabajo individual y colectivo, por lo
que la individualización y la globalización, dos características
esenciales para una buena enseñanza, también están
presentes.
Al poseer tantos fines propuestos por multitud de psicopedagogos como
base para una buena educación, el kenpo se consideraría como
una actividad muy completa en la que no todos los niños con n.e.e.
tendrían la posibilidad de alcanzar todas las propuestas planteadas,
o al menos en la magnitud deseada.
Seguramente esta sería razón suficiente para que muchas
personas consideraran el kenpo como una actividad fuera de su alcance.
Bajo mi humilde experiencia a estas personas les diría que miraran
mas allá de sus narices; En primer lugar porque esa es la razón
por la que estos chavales quedan excluidos de la mayor parte de las actividades
artísticas. En segundo lugar porque el real objetivo que queremos
alcanzar no es el que estos chicos / as lleguen a ser maestros (que por
otro lado podría ocurrir dado su gran capacidad de lucha y dedicación
por lo que les gusta)
Sino que utilicen el kenpo como instrumento para un mejor desarrollo
de sus capacidades. En tercer lugar y dado que el abanico de aspectos
favorables para ese desarrollo es tan amplio, aunque desarrollen unos aspectos
mas que otros, esto ya será un paso más en su largo y tortuoso
camino. En cuarto y último lugar se nos vuelve a olvidar, como ocurre
con demasiada
frecuencia, el hecho de que en el ámbito de la educación
especial están incluidos también los casos de trastornos
por maltratos, abusos..., es decir, que habrá niños que sí
puedan alcanzar todos los fines propuestos por la actividad en cuestión.
Dentro de este mismo tema habría que excluir casos concretos, chicos
con hiperactividad dado que sería perjudicial dentro de su trastorno
y no al contrario, así como niños sin movilidad en las extremidades
o con una deficiencia muy aguda. etc.
Por último me gustaría incluir una cita de Lao-Tsé
que dice así;
“En la visión china es mejor tener un poco que tener demasiado,
y mejor dejar cosas sin hacer que hacer demasiado, pues, aunque no se llegue
muy lejos de ésta manera se está seguro de estar yendo en
la dirección correcta”
http://orbita.starmedia.com/miggarme/226confucio_ y_su_doctrina
http://usuarios.tripod.es/taiji/tao/index
http://www.redmarcial.com/kendoiaido/eltaoismo
http://es.google.yahoo.com7bin/query-es?p=confucionismo+
en+la+educaci%f
Psicología General de; Gabriela Grzib y Cristian Briales. Ed7Centro de estudios Ramón Areces, S.A.
Crecer y pensar de; Luis Delval.
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